Él es el hombre más odiado del mundo

Él es el hombre más odiado: subió 5000% el precio de un medicamento contra el SIDA

Martin Shkreli es, sin duda, el hombre más odiado del momento. Y parece que ha hecho mucho por merecerlo: este empresario norteamericano ha decidido subir el precio de un medicamento para tratar el Sida y algunos padecimientos del cáncer en un 5000%.

La pastilla de Daraprim ha pasado de costar 13,5 dólares a 750 dólares, solo porque recientemente su empresa farmacéutica compró los derechos. El Daraprim es un medicamento eficaz para el tratamiento de toxoplasmosis, una infección parasitaria que se contagia de animales a humanos, y de infecciones oculares y congénitas en personas que sufren el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.

Hasta hace poco la sustancia tenía un precio considerable para sus consumidores, pacientes que están acostumbrados a pagar grandes cantidades de dinero por los antiretrovirales que mantienen estable esta enfermedad, por lo que a Shkreli se le hizo fácil aumentar su costo.

Shkreli, de 32 años de edad, es un gestor de fondos de inversión que el pasado mes de febrero fundó la empresa Turing, y a través de ella compró los derechos sobre el Daraprim en agosto, un medicamento con 60 años de historia que siempre ha sido económico.

Por lo tanto, lo primero que ha hecho Martin Shkreli ha sido es elevar su precio.

Tras el anuncio y alza del precio de este vital medicamento, los insultos hacia el empresario no han parado. Sin embargo Martin se ha defendido:

"Esta no es la típica decisión egoísta de una farmacéutica para fastidiar a los pacientes, sólo queremos mantener el negocio".
Shkreli defiende durante el video que el Daraprim es un medicamento poco usado y tan sólo hace falta consumirlo durante un año para que la toxoplasmosis desaparezca, por lo que el aumento del precio se encuentra justificado. En esa misma entrevista asegura que no se arrepiente y que no piensa bajar el costo del medicamento.

Comentario off topic: Que hijo de re mil ****, como me dan ganas de reventarle la cara de ******** que tiene.