martes, 2 de octubre de 2018

El plan del inventor de la web para devolver la libertad a internet

Aunque es un poco ambicioso nombrar a alguien como el inventor de
internet, si hay una persona que pueda ostentar con justicia ese título
es el británico Tim Berners-Lee. En noviembre de 1989, hace 29 años, el
informático estableció la primera comunicación entre un cliente y un
servidor usando el protocolo HTTP.

Cinco años después, en 1994, Berners-Lee fundó el Consorcio de la World
Wide Web (W3C) con sede en el MIT, donde sigue trabajando, para
supervisar y estandarizar el desarrollo de las tecnologías que permiten
el funcionamiento de Internet.

Berners-Lee siempre ha sido una de las voces más influyentes de
internet, y siempre ha mantenido la necesidad de que la red sea un
espacio neutral, donde los individuos puedan controlar su información.
Algo que, de un tiempo a esta parte, está cuanto menos en entredicho.

A principios de año, el informático publicó una carta abierta muy
crítica con la actual deriva de internet. En ella alertaba de la
concentración de poder en la Red por parte de unas pocas plataformas
como Facebook, Google o Twitter, las cuales "controlan qué ideas y
opiniones se visibilizan y son compartidas".

Pero, además de advertir sobre estos peligros, Berners-Lee lleva años
trabajando en una alternativa a la red tal como hoy la conocemos; un
plan que, asegura, puede alterar radicalmente la forma en que todos
vivimos y trabajamos en la web.

Respaldada por el grupo de inversores Glasswing Ventures, la misión de
Inrupt es impulsar un movimiento entre desarrolladores de todo el mundo
para descentralizar la red y recuperar el poder de las compañías que más
se han beneficiado de la centralización de internet.

Esta startup es en realidad la primera empresa comercial importante
construida a partir de Solid, una plataforma web descentralizada que
Berners-Lee y sus colegas del MIT llevan años construyendo.

El objetivo de Solid es erigirse como una alternativa a la red
convencional, donde cada individuo controle sus propios datos y el
sistema permanezca libre y abierto. Y según el informático el momento de
que esta utopía se extienda ha llegado. "Tenemos que hacerlo ahora",
asegura Berners-Lee a Fast Company. "Es un momento histórico".

Inrupt no será más que una suerte de aplicación web que combina
mensajería instantánea, servicio de correo electrónico y una suerte de
red social, en la que se puede compartir todo tipo de contenidos.

La gran diferencia con cualquier otro servicio de internet es que, al
estar construida en Solid, toda la información está bajo el control
directo de sus usuarios. Cada bit de datos que se crea o agrega en Solid
existe dentro de un contenedor de la plataforma: un acrónimo de
almacenamiento personal de datos en línea. Estos contenedores son los
que dan a los usuarios se Solid el control sobre sus aplicaciones e
información en la web. Cualquiera que use la plataforma obtendrá una
identidad en Solid y un contenedor para la información que agregue a la
plataforma. Así es como la gente, asegura Berners-Lee, recuperará el
poder de la web de manos de las empresas.

Inrupt es solo la primera gran apuesta de Solid, pero el verdadero
objetivo de Berners-Lee y su equipo del MIT es que cada vez haya más
empresas que se interesen por desarrollar aplicaciones en Solid, lo que
verdaderamente puede crear un ecosistema que compita con el internet
convencional.

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