miércoles, 13 de abril de 2016

Hace 25 años no anidaba una tortuga gigante en Santa Marta




Los huevos de la gran tortuga, que sorprendió a los visitantes de la playa, ya están en disposición de La Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), en conjunto con la Universidad Jorge Tadeo Lozano, quienes tomarán las medidas necesarias para garantizar que en aproximadamente 60 días los huevos puedan eclosionar.

Aminta Jáuregui, directora del programa de conservación de tortugas de la universidad Jorge Tadeo Lozano, está en el lugar e informó que primero se determinará si las condiciones del nido son favorables para que los huevos permanezcan allí. Aseguró también que la población local está interesada en el cuidado y que el hotel está dispuesto a cercar el lugar.

Se espera que las crías de tortuga, de la especie 'Dermochelys coriacea', estén a salvo de amenazas de animales como zorros, mapaches, perros, entre otros, además de cazadores que comercializan ilegalmente los huevos en restaurantes y carreteras de la región.

Esta especie –que mide cerca de 1,80 metros– anida de 6 a 8 veces, entre febrero y agosto; el hecho ocurre solamente por un periodo de 7 a 14 días. Este es el único periodo en que las tortugas están fuera del agua. Según Jáuregui esta anidación es un buen indicativo de que la zona se está recuperando.

"Antes –comentó Jáuregui– la zona era usada como lugar de anidamiento, ahora era solo de tránsito y alimentación. El último registro que se tiene en esa playa de este tipo de tortugas era de hace 25 años". También agregó que hay registro de otra especie de tortuga en la zona de hace 45 años.

El equipo en la zona informó que el nido fue localizado hoy en horas de la tarde. La Corporación no ha determinado con exactitud el número de huevos anidados. Normalmente la tortuga deposita unos 120 huevos, de estos, los últimos son estériles para engañar a los posibles depredadores.

"Si las condiciones no son buenas podemos llevar los huevos en incubadoras portátiles hasta el laboratorio, allí se cuidarían hasta el momento de la eclosión y después serían devueltos a su espacio natural", Agrego Jáuregui.

La Corporación explicó que la tortuga laúd no tiene dientes y se alimenta principalmente de medusas, pero muchas mueren asfixiadas al confundir plástico desechado al mar con alimento, según informó la Corporación ambiental.

Estas tortugas son las más grandes del mundo, transitan desde Argentina a Canadá y son una de las cuatro especies de tortugas marinas que vienen al país en sus procesos de anidación. Son identificadas con facilidad por su caparazón flexible cubierto de piel y carne grasa. Sus aletas delanteras pueden crecer hasta dos metros.

La población mundial de tortugas laúd se encuentra en peligro crítico de extinción según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Esto significa que sus poblaciones anidadoras se han disminuido en más del 80 por ciento en un periodo que no supera los 30 años.

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