El cofundador de Apple Steve Jobs rechazó someterse a una cirugía
temprana para tratar el cáncer de páncreas que finalmente acabó con su
vida, según dijo su biógrafo oficial, Walter Isaacson. Los médicos le dijeron
al cofundador de Apple que la enfermedad "pertenecía al 5% de los
cánceres de páncreas que pueden ser curados". "Pero Steve Jobs no fue
operado de inmediato", afirmó.
"Él intentó tratarlo con una
dieta. Acudió a terapias espirituales. Intentó varias formas de hacerlo
mediante macrobióticos para no ser operado". "Pronto todo el mundo le
estaba diciendo, 'deja de intentar combatirlo con todas estas raíces y
vegetales, simplemente opérate'", afirmó Isaacson.
"Pero lo hizo
9 meses más tarde", agregó. "Uno asume que fue muy tarde porque para el
momento de la operación, (los cirujanos) se dieron cuenta de que el mal
se había extendido a los tejidos cercanos al páncreas", aseguró el
autor.
Al ser preguntado sobre por qué Jobs rechazó inicialmente
la operación, Isaacson afirmó: "Yo le pregunté eso y me respondió que
no quería que su cuerpo fuera abierto. No quería ser violado de esa
forma". "Estaba arrepentido", dijo el escritor.
"Yo creo que él
sentía que si uno ignora una cosa, si uno no quiere que algo exista, uno
puede tener pensamiento mágico", estimó el biógrafo. "Él quería hablar
sobre esto, sobre cuánto lo lamentaba", afirmó. "Yo creo que él sentía
que debía haber sido operado antes", agregó.
Jobs se sometió a
una cirugía contra el cáncer de páncreas en 2004 y recibió un
transplante de hígado en 2009.