domingo, 7 de abril de 2013

como eliminar las moscas

Trampa de moscas:
Coloca pequeños trozos de bananas o plátanos en el fondo de un
recipiente y coloca un embudo en la boca del recipiente. Las moscas
entraran pero no podrán escapar. Esto sirve como una trampa para luego
eliminarlas, por ejemplo, añadiendo agua hirviendo dentro del embudo.
Cintas Adhesivas:
Se puede hacer papeles pegajosos, de esta manera los insectos atraídos
por el olor se apoyan sobre estas "trampas" y quedan pegadas. Para esto
unta papel ordinario con cualquiera de las siguientes mezclas:
Dos cucharadas de aceite de linaza con 2 cucharadas de miel y 8
cucharadas de resina.

Ahuyentar o Evitar Moscas
Colocar ramitos de menta y ruda cerca de puertas y ventanas, o bien
insertar en un limón varios clavos de olor. La explicacion es que con
estos olores los molestos insectos se irán.

Coloca vasos con agua y cilantro. Parece que estos insectos son
sensibles a este aroma y huyen del lugar donde se encuentre este "perfume".

Otros medios "caseros" para ahuyentar moscas son el olor a ajo, a
cítricos, o la presencia de humo en el ambiente (por ejemplo, incienso).

El metodo mas utilizado y al parecer efectivo, el de colgar bolsitas de
plástico con agua en diversos lugares. La explicacion "lógica" de este
asunto dice que por contener estos insectos una visión particular por la
cantidad de ojos que poseen, el reflejo de la luz sobre las bolsas y el
agua hace que se encandilen, o bien se asusten al ver su reflejo en
enorme tamaño. También se pueden utilizar CD's en lugar de bolsas de
plástico.

Usar productos que contengan piretrinas, y colocalos en maquinas para
spray de cada 15mn. Esto sirve de repelente para moscas e insectos
voladores.

Colocar lamparas con luces fluorescentes color negro o violeta ya que
esto atrae las moscas
Coloca una olla lleno de agua de vinagre y se deja hervir, el vapor las
ahuyentan, créame es súper efectivo.

miércoles, 3 de abril de 2013

ACEITE DE CANOLA ES TOXICO Y ALTERADO GENETICAMENTE

El aceite de "canola" no es para NADA natural, es sumamente tóxico!

ACEITE DE CANOLA

¿Sabías que no existe una planta llamada "Canola"? El aceite de
Oliva proviene de las aceitunas, el aceite de semillas de uva proviene
de las semillas de uva, el de cacahuate de los cacahuates y el de Canola
proviene de…Semillas de Colza. ¿Qué hay de malo en esto? Muchas
compañías están vendiendo el aceite de "Canola" como una alternativa
"saludable", pero el aceite de Canola no es más que un aceite "creado
por el hombre" hecho a base de semillas de Colza modificadas
genéticamente. El problema con el aceite de Colza es que es tan toxico
que la FDA prohibió en 1956 para consumo humano.

Así es que los productores Canadienses "crearon" en los años 70´s
una variedad nueva de semillas de Colza con menor contenido del toxico
ácido erúcico y decidieron que necesitarían un nuevo nombre para este
aceite. Lo llamaron aceite L.E.A.R. por sus siglas en inglés (Low Erucic
Acid Rapeseed), pero fue cambiado por "Canola" por cuestiones de
marketing, ninguna compañía quería que la asociaran con un producto de
nombre "Rape" (violación), además era sabido que el aceite de Colza era
tóxico.

El término Canola fue formado usando "Canadian oil, low acid" para
convencer a los consumidores de que era nuevo y mejor y que además es
seguro para consumirlo. El aceite de semilla de Colza fue prohibido para
usarlo en alimentos probablemente porque ataca el corazón y causa
lesiones degenerativas permanentes, es mejor usándolo como lubricante
industrial, combustible, jabón y como una base sintética para el hule.
La verdad es que las semillas de Colaza son las más toxicas de todas las
plantas de las que se extrae aceite. Ni los insectos se la comen, en
serio, el aceite de Colza es un insecticida muy efectivo y es el
ingrediente principal en muchos pesticidas "orgánicos" (no químicos) que
se aplican directamente a las plantas para matar bichos.

En 1985, el gobierno Canadiense pago presuntamente, la suma de $50
millones de dólares para posicionar el aceite de Canola en la lista de
GRAS (Generalmente conocido como seguro, por sus siglas en inglés). El
gobierno Canadiense subsidia a los productores y cosechadores de la
semilla de Colza (planta de la que extraen el aceite de canola). Estas
plantas son baratas, fácil de cultivar y son repelentes a los insectos
de forma natural, además, el aceite de canola es más barato y fácil de
usar por las fábricas de comida procesada. Para nombrar una, casi todas
las mantequillas de cacahuate lo usan para darle suavidad y que sea
"untable". Ojo:
La mantequilla de cacahuate NATURAL debe contener solo sal y
cacahuates en la lista de ingredientes.

Otro problema es que TODO el aceite de Canola ha sido modificado
genéticamente. Por último, el aceite de canola es "Trans Fat" que ha
demostrado estar ligada con el cáncer. La grasa "Trans Fat" incluyendo
la hidrogenada o parcialmente hidrogenada, causa daños a las paredes de
nuestras células e inhibe la correcta oxigenación causando que las
células se tornen cancerosas.
Evita toda clase de aceite de canola!

En España, el término "aceite de colza" se asocia a la intoxicación
masiva padecida en el año 1981, que afectó a unas 20.000 personas.

Utilizar aceite de Oliva extraido en frío, el aceite de coco, maiz,
girasol y todo aquel que provenga de plantas reales y no transgenicas.


MAS INFORMACIÓN

http://es.wikipedia.org/wiki/Aceite_de_colza

http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81cido_graso_omega_9

http://www.elmundo.es/suplementos/salud/2006/661/1146261605.html

http://milksci.unizar.es/bioquimica/temas/lipidos/vegcomunes.html

Canadian Health Departmente informacion sobre el aceite de canola:
http://www.hc-sc.gc.ca/fn-an/gmf-agm/appro/low_erucic-faible_erucique-eng.php

lunes, 1 de abril de 2013

el cuerpo humano esta lleno de bacterias

Se calcula que hay por lo menos 3 billones de bichos en el estómago, la boca, la piel y el cuero cabelludo de un individuo. Son tantos, que una persona tiene más material genético microbiano que humano.   
Al nacer, a su paso por el canal vaginal, el recién nacido absorbe un tipo de bacterias conocido como Lactobacillus johnsonii, que prepara su estómago para digerir la leche materna ojo con la cesarea no la adquiere. la leche materna aporta por lo menos 600 especies más de bacterias. La leche, además, contiene cierto tipo de azúcares que el bebé no puede digerir, pero que, según Nicholson,  alimenta a los gérmenes que ya habitan en su intestino. Se calcula que a los 3 años un infante ya tiene un microbioma adulto único, producto de su exposición a gérmenes en el ambiente y en la dieta. 

Se sabe que algunas de estas especies, como Bacteroides Thetaiotaomicron, ayudan a descomponer cierto tipo de alimentos que el organismo no podría absorber, como los carbohidratos complejos. Dicha bacteria los convierte en azúcares de fácil absorción para el intestino. 
Sarkis Mazmanian, biólogo de la Universidad de California, encontró que una de estas bacterias, B. Fragilis, trabaja en llave con los linfocitos, soldados que defienden el cuerpo de invasores y se encargan de producir la respuesta inflamatoria que cualquier individuo ha sentido ante una infección: aumento de la temperatura y dolor. Para evitar que el sistema inmune organice una ofensiva exagerada y ataque el propio cuerpo, B. Fragilis le ordena producir linfocitos reguladores. Lo interesante es que estos a su vez les indican a los linfocitos proinflamatorios que no ataquen a B. Fragilis. Como dice Juan Manuel Anaya, experto en enfermedades autoinmunes, “el sistema se asegura de que la relación entre nuestro organismo y los microbios se mantenga sin generar enfermedad”. 

Nicholson, por ejemplo, encontró que el ácido fórmico, que se detecta en la orina, es indicador de alta presión arterial, uno de los factores de riesgo de infarto. Como las bacterias del intestino son las mayores productoras de esta sustancia, Nicholson cree que hay una relación estrecha entre estos microbios y la hipertensión. 

Ciertas bacterias contribuyen además con el proceso de aterosclerosis, otro marcador de riesgo en la enfermedad coronaria. Stanley Hazen, de la Clínica Cleveland, en Ohio, observó ratones sometidos a una dieta para que desarrollaran aterosclerosis, un proceso por el cual las paredes de las arterias se endurecen. Lo interesante de su trabajo fue comprobar que cuando a los ratones se les dieron antibióticos que destruyeron su microbioma, la aterosclerosis disminuyó. “No se sabe cómo,  pero se cree que algunos productos microbianos dañan las paredes de las arterias”, explica Nicholson.  

Todos estos hallazgos han llevado a pensar nuevas maneras de tratar las enfermedades. Mark Mellow, del Baptist Medical Center de Oklahoma City, encontró que si se transplanta el microbioma de una persona sana a un paciente enfermo, se pueden combatir infecciones que de otra forma serían intratables, como la que produce Clostridium dificile, un microbio resistente a los antibióticos que causa diarrea. El tratamiento consiste en pasar heces de la persona sana al intestino del enfermo por medio de un enema. Mellow ha realizado más de 70 transplantes con un éxito del 91 por ciento. 

Este mismo principio podría funcionar en pacientes obesos. Estudios preliminares  muestran que con un trasplante de microbioma de un individuo de peso normal, los pacientes obesos metabolizan el azúcar en manera diferente.

Una preocupación que comparten todos es que el equilibrio de dicho ecosistema se está degradando por el uso indiscriminado de antibióticos, “especialmente en la niñez cuando el microbioma se está formando”, dice Nicholson. Martin Bleser, profesor de la Universidad de Nueva York,  dice que dos generaciones atrás, más de 80 por ciento de la población tenía la bacteria H. Pylori en su estómago, pero hoy solo se detecta en menos del 6 por ciento. Esto podría interferir en la producción de una hormona que controla la sensación de hambre en el cerebro. La ausencia de H. Pylori estaría ocasionando en parte la epidemia de obesidad que se vive en el mundo. Además de esto, el aumento de las cesáreas y el hecho de que las familias cada vez son más pequeñas limita las oportunidades de exposición a microorganismos en la niñez.